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3 aspectos que se deben enfocar los directivos este 2023

La vida consiste en enfrentarse con dificultades. Después de hablar con varios CEO´s hice un ejercicio mental para identificar cuales son los principales problemas a los que se enfrenta un directivo de cara al 2023. No es difícil sumar la cantidad enorme de desafíos que tiene el mundo y en particular este país: la política, la economía (recesión mundial, inflación), el impacto de la guerra en Ucrania, la Covid persistente, entre otros. Sin embargo, todos ellos son parte del contexto, es imposible cambiarlos. Me atrevo a compartir mi propia visión de este tema, más enfocada quizá en 3 soluciones que el Directivo puede tomar para aprovechar este contexto.

“No puedo cambiar mis circunstancias pero sí mi respuesta a las mismas” decía Victor Frankl. No elegimos Presidente, ministros, congresistas, o si hay guerra en Rusia o no. Lo que si elegimos es lo que podemos hacer frente a ello (nuestros pensamientos y acciones). La batalla clave de un directivo es la interpretación. Nos toca decodificar la realidad, interpretarla y fabricar una respuesta a la altura de la misma. Crecemos en la frontera y este contexto nos está obligando a hacerlo. A continuación tres aspectos en los que los directivos debemos centrarnos para aportar soluciones a toda la problemática:

Decodifica y gestiona la realidad hoy, aquí y ahora. 

El futuro será mejor si gestionas mejor el presente. Ello significa dirigir la mirada al proceso de lo que estamos haciendo y no al resultado. Centrarnos en la acción y sopesar sus consecuencias. Y entenderla en su real dimensión. La realidad en sus 4 componentes:

La realidad de mí mismo: Qué estoy haciendo bien y que debo mejorar, en qué debo enfocarme, que debo dejar de hacer.

La realidad de mi familia: Cuál es mi nivel de cercanía y confianza con ellos. Estar atento a sus necesidades.

La realidad de mi equipo de trabajo: Sacar a relucir su mejor versión, mi principal función como líder. Y para ello conocerlos, motivarlos, quererlos y exigirles.

La realidad de mi trabajo: Entender a profundidad el mercado, el público objetivo (actual y el potencial), los riesgos, el tener un plan estratégico bien estructurado y a la vez flexible de forma que si cambia el viento o la marea, haya la suficiente rapidez para enmendar el camino y sobre todo el saber ejecutarlo.

Prioriza

El arte de vivir tiene que ver con el arte de elegir y éste, tiene que ver con el arte de priorizar. No se puede comprar la paz con síes. Es necesario aprender a decir que no. Necesitamos reorganizar los distintos frentes abiertos. Siempre hay tiempo para lo que es importante. Y si no, quizá no lo es tanto. Para ello, acostumbrémonos a fiscalizar la agenda. Y es que cuando uno quiere, saca tiempo, cuando no, saca excusas.

Las personas exitosas blindan su tiempo libre porque la calidad de su vida está determinada por la calidad de su gestión del tiempo. La idea de que podemos hacerlo todo es el mayor mito de la gestión del tiempo. Afróntalo: Eres un recurso limitado.

Estamos en tantos lugares a la vez que no estamos en ninguno, así, es muy frecuente gastar el tiempo sin darnos cuenta por distracciones. Haz lo que debes y estáte en lo que haces.

Aprende a perder (y pierde para aprender)

Ingrediente indispensable: la actitud. Tu reacción frente a una circunstancia.¿Cuántos profesionales exitosos son consecuencia feliz de errores correctamente leídos e interpretados? ¿Cuántos hay también que necios y orgullosos, no interpretaron bien los errores y la mente los traicionó? Los pensamientos siempre tienen consecuencias y si continuamente pensamos en problemas, nuestra actitud será una consecuencia de ello. Por eso, que importante aprender a pensar lo que pensamos. Vigila tus pensamientos, porque afectan directamente tu salud y tu bienestar. Ellos condicionan tu futuro. Lo que te altera te controla. Y no justifica que tu mente la controlen otros. Nosotros escogemos a quién dejamos entrar en nuestro mundo.  Finalmente uno vive donde tiene fijada su atención, no en ningún otro lugar. De hecho, el arma más eficiente contra el estrés es la capacidad de escoger tus pensamientos.

En la vida ganamos y perdemos todo el tiempo. Por lo tanto, el que viva obsesionado con ganar y no contempla la posibilidad de perder, pues ya perdió. ¿Y quién no ha perdido algo estos tres años desde que comenzó la pandemia y nos cambió la vida? Muchas veces la pérdida, el error, nos dan un mayor aprendizaje que la victoria en sí.

Podemos perder, pero lo que no podemos es perder antes. Se lucha hasta el pitazo final. No podemos rendirnos sin dar pelea. Acuérdense de Argentina contra Holanda y luego contra Francia. Las tres selecciones fueron un ejemplo de lucha hasta el último segundo.

¿Cuánto vale una mentalidad optimista cuando los demás se rinden? Su peso en oro. Qué importante rodearse de gente que se crece ante la adversidad, ante los desafíos en lugar de caer en el nerviosismo contagiante. Interesante ver el 7 de Diciembre cuantos se dedicaron a estar en modo “catástrofe” y cuantos mantuvieron la calma. Estamos acostumbrados a pensar y actuar. Quizá sea importante antes, mirar y escuchar. Y con dicha información pensar y actuar.

Últimamente me encuentro con directivos que se tranquilizan intranquilizando a los demás. Ni bien leen una noticia negativa, sin ni siquiera contrastarla se apuran en “dar la primicia” y la disparan a todos sus grupos de Whatsapp. Coincidentemente suelen ser los que más ansiosos están. Pero hay también directivos (y no pocos) que encuentran luces en un cielo oscuro, ven oportunidades donde otros se nublan y paralizan y toman decisiones valientes y oportunas.

Yo no admiro a la gente que ve cuando hay luz, sino a aquellos que ven desde la oscuridad, es decir, a la gente que aun cuando las cosas se han puesto feas, como ahora, sale adelante a base de esfuerzo, perseverancia y paciencia porque ganar es la consecuencia de ello.

Conclusiones

2023, año difícil para los optimistas como yo, complejo, retador, en el que para salir adelante tendremos que innovar, hacer más con menos. El éxito verdadero cuesta, y mucho. Viene disfrazado en muchos casos de lucha, esfuerzo, y sufrimiento. Bien dicen que no se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos. La realidad y el pasado confirman que todo lo que vale cuesta, lo que fácil llega, fácil se va. A los que buscan las cosas fáciles, o que se creen con suerte para conseguirlas sin esfuerzo, la vida les pasará la factura, tarde o temprano.

¿Optimismo? Si por favor. Pero el que viene tomando en cuenta la realidad, entendiéndola, evaluando bien los riesgos y definiendo acciones para neutralizarlos, promoviendo iniciativas innovadoras y bien estructuradas, sabiendo que a veces las cosas no salen bien y hay que enmendar el camino. Lo otro es motivación barata. No mejoras la realidad saliendo de la misma.

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